PROBLEMAS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA EN LA INFANCIA

El desarrollo saludable de los niños está estrechamente vinculado a una correcta alimentación infantil. Ésta va cambiando desde una dieta exclusivamente láctea (durante los primeros meses de vida) a una alimentación muy variada (además de lácteos: cereales, frutas y verduras, carne y pescado,....), con otros sabores (dulce, salado, ácido, ...), texturas (líquido, triturado o sólido) y diversas elaboraciones (crudo, cocido, asado, frito,...).

Todos estos cambios se crean a través de la adquisición paulatina de una serie de hábitos alimenticios y normas propias del contexto socio-cultural (comer con cubiertos sentado en la mesa, masticar con la boca cerrada, no hablar con la boca llena de comida, ...). No obstante, durante este proceso, pueden surgir algunos problemas que, normalmente suelen ser de carácter leve y breve, pero en otros casos requieren un tratamiento psicológico, por tener un carácter alarmante y repetitivo, pudiendo afectar tanto a la salud del niño como a la estabilidad familiar.

Estos son algunos de los trastornos y problemas de la conducta alimentaria en la etapa infantil:

·         Pica: ingestión persistencia de sustancias no nutritivas, y con frecuencia nocivas, como arena, pintura, yeso, cabellos, excrementos,...

·         Trastorno de rumiación: la regurgitación y nueva masticación, de forma repetitiva, de un alimento que previamente se había ingerido

·         Trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos: incapacidad persistente para comer adecuadamente, lo que produciría una pérdida significativa de peso o un retraso en la ganancia normal según la edad del niño

·         Problemas menores de alimentación en la infancia: rechazar la comida, comer sólo algún tipo de alimento o forma de preparación, negarse a tragar, escupir/tirar/vomitar la comida, lentitud o rapidez cuando come, levantarse/jugar mientras come, llorar, gritar, ...

Las causas de los problemas alimenticios pueden ser diversas, algunos podrían tener su origen en algún tipo de disfunción neuromotora, estructural, alteraciones genéticas, etc. en cambio otros, pueden deberse a déficits de comer adecuadamente junto al mantenimiento de dichas conductas (por padres y/o familiares y/o cuidadores) para la edad o etapa de desarrollo del niño.

Autora: Emilia Cierlitzka